La digitalización está provocando una transformación radical en varios aspectos de los negocios, ya que proporciona nuevas oportunidades para la creación de valor, pero también actúa como una fuente de incertidumbre y mucho riesgo. Los líderes empresariales están lidiando con las implicaciones estratégicas de estas transformaciones para sus clientes, organizaciones e industrias.
Por ejemplo, la digitalización está cambiando los patrones de consumo a medida que los consumidores constantemente esperan adquirir experiencias de alta calidad, accesibles y personalizadas, sin importar que ni dónde están comprando.
Al mismo tiempo, ha ocurrido un cambio en la propiedad de activo. Aparece la Economía Compartida (Airbnb, Uber,) y muchas empresas necesitan responder rápidamente a estos cambios de comportamiento que están surgiendo.
Otra tendencia que aparece con fuerza, es la relacionada con la llamada Economía de Resultados, en el que las empresas ya no solo compiten a través de la venta de productos o servicios, sino que también deben ofrecer cada vez más resultados cuantificables y garantizados.
Todo esto tiene consecuencias importantes en los modelos operativos, además de crear repercusiones sociales significativas y amplias; por ejemplo, las tecnologías digitales han contribuido a mejorar la salud, la educación, el medioambiente y la productividad.
Pero, también aparece una gran cantidad de desafíos. Mientras que la digitalización ha creado puestos de trabajo de alta calidad en algunos sectores, elimina o reemplaza los de otros. En muchos casos, esto puede terminar creando una creciente brecha socioeconómica. ¿Qué pasa con la privacidad de los datos, la autonomía personal, la posible manipulación social y la concentración de poder y riqueza ?
Y es aquí donde aparece el Liderazgo, no cualquiera. Uno responsable y que tenga una mirada holística en los negocios.
